Los medios de comunicación social, principalmente la televisión, se han convertido en medios muy influyentes en la cotidianeidad de las personas; nos son tan familiares, que pasan a formar parte de nosotros mismos de nuestra experiencia, de nuestra forma de pensar, de nuestro ocio, etc. Es decir, están inmersos en nuestras vidas ¿a caso nos imaginamos ese hueco vacío?, o el llegar a casa y no hacer un poco se zapping..., que han pasado a serparte fundamental de éstas, ocupando un lugar privilegiado que se debería cuestionar. Este hecho, encierran diversos riesgos: el primero, es que hay una minoría que decide lo qué se ve, cuándo se ve y cómo se ve –relatividad y subjetivismo-; el segundo, es la dependencia física y psicológica que nos ha creado -quizá por la fácil accesibilidad al medio: precio y tiempo- y finalmente, está contribuyendo excesivamente en la construcción de nuestros esquemas y representaciones mentales- cómo es el mundo y nuestra sociedad y, como soy yo en ese contexto (espaciotemporal): lo que es bueno y malo, lo que está bien y mal, las necesidades primordiales, las relaciones con los demás. Y ante esto, la reflexión es imprescindible, y el espíritu crítico también lo es, puede ser que nos suene a tópico o haya perdido fuerza o credibilidad por ser la estrategia propuesta más reiterada; pero la necesidad de ser nosotros mismos quienes decidamos es unánime, del mismo modo, también lo es, que las cosas no nos vengan únicamente desde una fuente exageradamente poderosa en nuestra sociedad. La influencia de la televisión es peculiar, interesante y peligrosa. La persuasión es la técnica más utilizada,entendiendo por persuasión: un propósito consciente de formar, reforzar o cambiar actitudes, creencias, opiniones, percepciones o conductas de alguna persona efectuado por otro individuo o grupo, consiste en influir sobre los demás para hacerlos pensar de un modo determinado, rechazar algo o adaptarlo, o inducirlos a realizar una acción determinada. Persuadir [...] es el hecho de conseguir que una persona o conjunto de personas piensen o hagan algo gracias a una acción nuestra dirigida a tal fin (Munné, 1993). Conocer cómo se lleva a cabo éstapuede ser fundamental, porque la televisión, a veces, muestra y describe pero, muchas otras transforma y crea-¿muestra la realidad o crea la realidad?, ¿responde a los deseos de las personas o los crea?- estas preguntas ejemplifican dicha peculiaridad, que sin duda invita al debate. A demás, es necesario evidenciarla intencionalidad de muchas de las acciones televisivas -más o menos lícitas- y concienciar del poder de este mediode comunicación social.
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Published on 30/09/05
Accepted on 30/09/05
Submitted on 30/09/05
Volume 13, Issue 2, 2005
DOI: 10.3916/25894
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