En los tiempos que corren es innegable el papel que juega el deporte como gran agente social en nuestra sociedad. Desde el área de Educación Física debemos utilizar los valores tan extraordinariamente importantes que nos aporta y que de una manera decidida tenemos que transmitir a nuestro alumnado. Consideramos que no es suficiente con dar a conocer los deportes en el ámbito educativo; no parece suficiente con que trabajemos para que hagan deporte, sino que éste tenga una transferencia directa que incida en su tiempo libre transformándolo en un ocio activo, ya que la Educación Física, como área del currículum escolar, tiene como finalidad posibilitar la formación integral del alumnado, desarrollando todas las capacidades del ser humano. En este sentido, parece necesario conseguir buenos espectadores, que sean críticos con lo que ven y que valoren los principios de toda actividad deportiva y sepan apreciar desde una perspectiva crítica las diferentes manifestaciones a las que asisten como espectadores, aportando opiniones fundamentadas que contribuyan de alguna manera a su formación integral. Señala Cagigal que todo deporte organizado para el ocio y para la educación, como el espontáneo de cualquier movimiento popular es cada vez más, otra realidad distinta del deporte espectáculo. Por tanto, debemos ser conscientes de que no sólo es deporte el que sale en la televisión, sino mucho más, y nosotros desde estas líneas queremos mostrar algunas ideas encaminadas a desarrollar ese espíritu crítico en nuestro alumnado. Somos conscientes que desde los medios de comunicación, en general, y de la televisión, en particular, se desprende una jerarquía de valores que giran en torno a una serie de ejes (éxito, competencia, consumo, posesividad...). Aunque sabemos que la televisión debe tener la triple finalidad de entretener, informar y educar, si nos detenemos a analizar los valores que emanan de las competiciones deportivas emitidas por televisión y los valores que intentamos proporcionar, propiciar y potenciar desde los centros educativos, podríamos cuestionarnos si están en la misma línea, con el mismo frente común o, por el contrario, apuntan en sentidos opuestos. Como señalan los estudios al respecto, la actividad deportiva ocupa un lugar preponderante en lo que es el ocio activo de nuestros jóvenes, por una parte como práctica deportiva y, por otra, como espectadores de eventos deportivos. Por lo tanto, desde nuestra asignatura queremos contribuir a que estas actividades sean lo más significativas posible entre nuestro alumnado y, en definitiva, conseguir como señalaba el barón Pierre de Couvertin, que todos los deportes sean para todos, abogando por un deporte globalizador en el que no existan límites de edad, condición física, sexo…
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Published on 30/09/05
Accepted on 30/09/05
Submitted on 30/09/05
Volume 13, Issue 2, 2005
DOI: 10.3916/25879
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