Mediante el ejercicio práctico, las virtudes se convierten en la segunda naturaleza. Mientras que los conocimientos intelectuales pueden adquirirse a través de la enseñanza, las virtudes morales no pueden obtenerse sin la práctica. En el ámbito filosófico, queda demostrado por medio de Platón, Aristóteles, San Agustín,Tomás de Aquino, Ignacio de Loyola y Vives. También se encuentran otros testimonios en la Biblia así como en los escritores Montaigne, Pascal, Gracián y Mateo Alemán. En La vida es sueño de Calderón, Segismundo incurre en un primer momento, por falta de práctica, en un comportamiento incorrecto, el cual quedará corregido tras sus experiencias en la corte.
Published on 01/01/11
Accepted on 01/01/11
Submitted on 01/01/11
Volume 4, Issue 1, 2011
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