El presente trabajo analiza por qué educar ya es cosa de cuatro. Educar era cosa de tres. De los padres, de los educadores y/o maestros, y por supuesto de los niños/as. Pero ahora sabemos que muchos niños y niñas invierten un increíble número de horas a la semana viendo la TV o jugando a los videojuegos. Teniendo en cuenta que los programas que ven influyen claramente en los valores del niño/a, en su percepción del mundo y de la realidad social, tenemos que tener cuidado con el uso de este medio de comunicación. Ha aparecido un actor más en escena que se llama «TV» y que es preciso tener en cuenta, no como un enemigo sino como un aliado potencial.
Published on 30/09/08
Accepted on 30/09/08
Submitted on 30/09/08
Volume 16, Issue 2, 2008
DOI: 10.3916/c31-2008-03-001
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