La contribución de los adelantos técnicos al bienestar de los ciudadanos ha sido tan fulgurante que se ha convertido en una puerta abierta a las crecientes necesidades de comunicación, artificiales en algunas ocasiones, reales en otras, como lo demuestra la numerosa oferta de canales de televisión que se pueden captar con una antena parabólica de tamaño medio-pequeño. A un país como España, que en los años ochenta empezaba sus primeros pasos para introducirse en el club de países con satélites de comunicaciones, los costos económicos y la enorme complejidad tecnológica de la puesta en órbita de un sistema de satélites propio le iba a suponer mucho más tiempo y esfuerzo que a otros países con experiencia en el espacio.
Published on 28/02/06
Accepted on 28/02/06
Submitted on 28/02/06
Volume 14, Issue 1, 2006
DOI: 10.3916/25928
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