Este artículo realiza un pormenorizado análisis del Auto Sacramental del Juego del Hombre escrito por Luis Mejía de la Cerda en 1625. La pieza está compuesta tomando como motivo literario un juego de naipes y representando a Cristo como tahúr apostando a la mesa entre la Muerte, el Demonio y el Mundo. Una de las características más destacables es la total presencia del juego dentro de un texto de esencia devota, por la confluencia que supone de la esfera mundana y divina. No obstante, es necesario añadir que dicho entretenimiento gozó de gran popularidad durante el Siglo de Oro, con gentes de todos los estratos sociales siempre dispuestas para la diversión.
Published on 02/02/15
Accepted on 02/02/15
Submitted on 02/02/15
Volume 3, Issue 1, 2015
DOI: 10.13035/H.2015.03.01.14
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