Parece que las autoridades bibliotecarias en sus servicios han olvidado el segmento de los adolescentes. Con el fracaso de las bibliotecas escolares en España, y con las bibliotecas públicas más dirigidas a los adultos, los jóvenes entre 14 y 18 años no tienen cubiertas sus necesidades específicas. Se propone que los exitosos centros de recursos para el aprendizaje y la investigación (crais) de las universidades se abran también a los jóvenes no universitarios, a través de convenios de cooperación con las administraciones públicas.
Published on 02/05/15
Accepted on 02/05/15
Submitted on 02/05/15
Volume 9, 2015
DOI: 10.3145/thinkepi.2015.13
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