En los últimos años, los medios de comunicación, en la mayor parte de los países desarrollados, están experimentando grandes transformaciones. La mayoría de los análisis de estos cambios están centrados en dos de sus dimensiones más sobresalientes: la desregulación (especialmente la privatización) y la internacionalización (o globalización). Más recientemente, y centrada en el sistema audiovisual como consecuencia de la digitalización, ha pasado a primer plano una nueva manifestación del fenómeno: la convergencia entre la televisión, la informática y las telecomunicaciones. Además del proceso de globalización y mundialización, existe también una nueva manifestación que no es menos relevante: la de los procesos de descentralización. Unos procesos que forman parte de la gran mutación de los sistemas audiovisuales modernos y que reflejan la tendencia hacia la revalorización de la comunicación de proximidad, la potenciación de la comunicación regional y local. En el caso de España, la transformación que ha experimentado nuestro sistema televisivo por lo que respecta a su implantación territorial en los últimos veinte años puede calificarse de espectacular: se ha pasado de un sistema rígidamente centralizado, con un solo actor de ámbito estatal a una situación en que los niveles regional y local presentan una gran cantidad de experiencias y constituyen un referente ineludible. Según el último censo de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación de octubre de 2002, el número de televisiones locales en España es de 897. Su característica más sobresaliente es la heterogeneidad marcada por la indefinición regulatoria: junto a emisoras de bajo presupuesto, con fórmulas chabacanas y baratas, conviven otros canales con criterios empresariales y profesionales que basan su programación en contenidos de proximidad. Los grandes grupos de comunicación, conscientes del importante papel que pueden jugar estos medios en el futuro, han tomado posiciones y han creado grandes redes de medios locales para aprovechar las posibilidades de posicionamiento estratégico y de explotación de los mercados locales y provinciales de publicidad. En el camino hacia una televisión de calidad, es imprescindible conocer la realidad de estos medios de proximidad. Para ello, como en el estudio de cualquier medio de comunicación es fundamental analizar la calidad de su programación. Este artículo se centra, en concreto, en el análisis de la programación de las televisiones de Castilla y León. Después de determinar el número exacto de emisoras en la Comunidad, a través de la elaboración personal de un censo, se lleva a cabo una descripción general de cómo es la programación informativa emitida por las televisiones locales en Castilla y León. El análisis de la información local de producción propia permite obtener algunas respuestas importantes a la pregunta de cómo es la calidad de la producción propia de las televisiones locales en lo que a contenidos se refiere. Una programación de producción propia es un requisito fundamental para que un medio lleve a cabo una auténtica comunicación local de proximidad. Es a través de estudio de ésta, y particularmente de la información, como se puede conocer cómo es la calidad en la comunicación local de estos medios. En este trabajo, se muestran las principales conclusiones del análisis empírico de los noticiarios de producción propia de las televisiones locales de Castilla y León. Estas conclusiones permiten obtener una idea de cómo son los contenidos informativos de las televisiones locales en España. Al mismo tiempo, esta investigación ofrece la propuesta metodológica de un modelo de análisis de programación informativa válido no sólo para televisiones locales sino también para televisiones con otros ámbitos de cobertura.
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Published on 30/09/05
Accepted on 30/09/05
Submitted on 30/09/05
Volume 13, Issue 2, 2005
DOI: 10.3916/25814
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