Educadores, políticos, ejecutivos, padres y público en general deben de tener claro que para que se aproveche plenamente el potencial de la televisión como medio de comunicación a favor del desarrollo de los niños, es necesario un esfuerzo conjunto. Gobierno, familia y escuela deben de cooperar para que la televisión eduque y no maleduque. Porque aunque cómoda y muy económica, la tele no es Mary Poppins, ni mucho menos (…).
Published on 30/09/08
Accepted on 30/09/08
Submitted on 30/09/08
Volume 16, Issue 2, 2008
DOI: 10.3916/c31-2008-03-006
Licence: CC BY-NC-SA license
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