Las patologías desarrolladas a partir de desórdenes nutricionales son una problemática de común ocurrencia en los centros de rehabilitación de fauna silvestre, ya que por su naturaleza, este tipo de animales no suele ser objeto de estudio, y por tanto, el desconocimiento en materia de hábitos alimenticios y requerimientos nutricionales es evidente. Con base a esta problemática, se decidió trabajar con un grupo psitácidas pertenecientes al género Amazona en estado de rehabilitación para la formulación de una dieta balaceada acorde con sus requerimientos y con los recursos disponibles en la Unidad de rehabilitación. Las aves fueron sometidas a una evaluación física y nutricional la cual fue contrastada con los aportes nutricionales y consumos de la dieta que se ofrecía al momento de iniciar el estudio, para finalmente realizar ajustes a la formula existente y sugerir estrategias en el modo de alimentación de estos psitácidos. Se encontró que a pesar de presentar pesos aceptables y uniformes (346 - 440g) y una condición corporal óptima en el 92% de las aves, se contaba con problemas de déficit en proteína, fosforo y aminoácidos esenciales, además de considerables excesos de energía y cantidad de alimento ofrecido por ave, generando desperdicios de entre 34 y 51% del total de la dieta. A partir de estos hallazgos fue posible realizar un ajuste de la dieta ofrecida, alterando las proporciones de ingredientes según su categoría (frutas, verduras, semillas y granos, concentrado, suplementos y otros), con lo cual se logró suplir con los déficits nutricionales y reducir los excesos en cantidad de alimento y energía ofrecida. Sin embargo, se reconoce el déficit de información en el área y la necesidad urgente de realizar investigaciones encaminadas a la nutrición de psitácidos que permita optimizar y mejorar los procesos de rehabilitación y las condiciones de los lugares encargados de llevar a cabo estas labores.
Palabras clave: Psitácidos, dieta, nutrición, alimentación, centros de rehabilitación
La Amazona amazónica, lora cariamarilla o lora de alas naranjas es un ave del orden Psittaciforme, familia Psittacidae (BirdLife International, 2018). Se caracteriza por presentar un plumaje de tonalidad verde a lo largo de su cuerpo y una mancha amarilla en la zona del rostro y parte de la garganta, sumado a una coloración azul alrededor de la frente y extremo de sus alas, donde también poseen vistosas plumas naranja al igual que en la parte inferior de su cola (Durán et al., 2000; WAZA, 2010)
Su llamativa apariencia, docilidad, comportamiento y capacidad de imitar el habla, la han hecho blanco de comercio y tráfico ilegal, al ser comúnmente utilizada como ave de compañía (Monterubio et al., 2007). Nassar-Montoya y Crane (2000) (en Durán et al., 2000) afirman que las loras son altamente traficadas en todo Latinoamérica, ubicando a los psitácidos en el grupo de animales que más se captura y comercia ilegalmente en esta parte del mundo, por lo cual hoy la A. amazónica se encuentra en el apéndice II de las listas CITES (CITES, 2019). En consecuencia, a esta ilegalidad, las condiciones de tenencia y comercio de las mismas resultan en ocasiones precarias e inadecuadas para los animales, vulnerando el cumplimiento de las cinco libertades de bienestar animal (Aparicio et al., 2005).
Ante esta problemática, surgen los centros de rehabilitación y rescate de fauna silvestre, como respuesta a la necesidad de prevenir, tratar y mitigar los daños causados mediante la recuperación y readaptación de animales silvestres que han sufrido lesiones físicas o comportamentales a causa de la intervención directa o indirecta del ser humano (Brieva, 2000). Algunos de los problemas más evidentes y de mayor ocurrencia de los psitácidos en cautiverio son las consultas por patologías desarrolladas a partir de un mal manejo del componente nutricional (Soto & Bert, 2011). Además, la desnutrición y desórdenes alimenticios son diagnósticos comúnmente encontrados en aves psitácidas en cautiverio (Koutsos et al., 2001).
Por sus hábitos alimenticios, los psitácidos son clasificados como folívoros, dentro de los cuales se pueden encontrar especies granívoras, frugívoras, nectívoras o mezclas de las mismas; algunas incluso llegan a ser clasificadas como omnívoras por su capacidad de ingerir diversas fuentes de proteína animal como fuente de nutrientes para su dieta (Koutsos et al., 2001). Sin embargo, el consumo de varios alimentos de origen vegetal es el más común (Matson y Koutsos, 2006). En el caso de la A. amazónica, se considera una especie granívora y frugívora (Lawton, 1988 en Noriega M. 2007), además de complementar su dieta mediante la ingesta de arcilla como una estrategia para digerir compuestos secundarios de alimentos y adquirir otros minerales (Desenne, 1994 en Durán et al., 2000).
Es común encontrar que cuando los individuos se encuentran en cautiverio, no son considerados sus hábitos alimenticios naturales, por lo que su dieta no se basa en requerimientos nutricionales reales, incluso se afirma que a pesar de existir pocos estudios acerca de los requerimientos en psitácidas, muchos optan por compararlas con aves precoces domesticadas estudiadas a fondo (Durán et al., 2000). Por tal motivo, las dietas más comunes se suelen basar únicamente en el suministro de semillas y escasas fuentes de fruta, generando problemas de exceso de grasa, bajas proporciones de Calcio: Fósforo (Ca:P) y otras deficiencias nutricionales (Brightsmith, 2012).
Por ejemplo, en la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS), de la Universidad Nacional de Colombia, donde se presenta un flujo continuo de psitácidos por procesos de recepción y liberación, producto del comercio y tráfico ilegal de fauna silvestre, se evidencian problemas tales como obesidad, anomalías en tegumento y baja condición corporal, siendo todas estas patologías nutricionales los principales focos de problema en la Unidad. La necesidad de realizar búsquedas de información detallada y acorde con los requerimientos de los psitácidos se ha convertido en una preocupación primordial, no solo para este centro, sino para todos aquellos profesionales que manejan psitácidos en cautiverio. Así mismo, la formulación de dietas acordes a las necesidades de los individuos y a los recursos de estos centros es vital para una adecuada rehabilitación física y biológica de este grupo de animales.
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, el objetivo del presente trabajo es formular una dieta balanceada de acuerdo a los requerimientos nutricionales de la especie Amazona amazonica, accesible y viable según las condiciones actuales en URRAS, partiendo de la premisa de que las dietas manejadas en la unidad pueden no cumplir con las necesidades nutricionales de los individuos de A. amazonica y por tanto es posible realizar mejoras u optimización de las mismas.
Área y grupo de estudio
Se trabajó con un grupo de 13 individuos adultos de la especie Amazona amazonica en proceso de rehabilitación cuyo sexo no fue diferenciado. Las aves se encontraban alojadas en la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) en la ciudad de Bogotá (Colombia), en un encierro de 2.2 x 4m, para un área total de 8.8 m2, a temperatura media de +/-18°C, controlada a través de un calentador ubicado a una distancia de 30cm del encierro.
Las aves contaban con dos comederos cuyas dimensiones constan de 122 x 32cm y 145 x 33cm respectivamente, de los cuales el primero contaba con una base lisa, y el segundo con base de malla, imposibilitando el suministro de los alimentos de menor tamaño. Adicionalmente, se proveyó un bebedero al extremo del encierro, alejado de las diversas ramas que cuelgan del techo a modo de enriquecimiento ambiental con el fin de reducir el tiempo de exposición a contaminación de la misma.
Evaluación retrospectiva y actual de los individuos de estudio
Historia clínica.
Se evaluaron los antecedentes de cada uno de los individuos mediante la revisión de la historia clínica de manera individual, realizando una revisión y recopilación del peso y condición corporal al momento de su llegada a la unidad, al igual que los registros de anomalías físicas y enfermedades que pudiesen generar sesgos en los resultados a la hora de evaluar el consumo y estado nutricional de las aves al momento de iniciar el estudio.
Estado nutricional.
El estado físico y nutricional se determinó a partir de las variables de peso y condición corporal individual, siendo esta última considerada como una medida del estado nutricional representada principalmente por el tamaño de sus reservas energéticas (Sánchez et al., 2018), la cual se determinó según la metodología “Keel score”, propuesta por DeVoe y Reininger (2006), donde se asignan valores dentro de una escala de 1 a 5 según la cantidad de tejido palpable en el área de la quilla, siendo 1 para cantidades bajas o nulas, y 5 para cantidades excesivas. Mientras que el peso se tomó tras realizar restricción física bajo supervisión del profesional a cargo, siendo registrada mediante una balanza BBG, con precisión de 0,5g.
Evaluación de la dieta suministrada a los individuos de estudio
Para evaluar el desempeño de la dieta reflejado en el estado corporal de los animales, se realizó la respectiva revisión de la fórmula dietaría a través de una matriz en Excel con los aportes nutricionales diarios, y requerimientos hallados, los cuales constan de:
Agua.
Para efectos del experimento, el consumo de agua se dejó ad libitum, procurando asegurar la disponibilidad del recurso en las mejores condiciones sanitarias y de temperatura posibles.
Materia seca.
Se estimó el consumo esperado mediante la fórmula para psitácidos propuesta por Noriega (2007):
Donde el valor de peso vivo (PV) corresponde al peso promedio de los individuos.
Energía.
La estimación de requerimiento energético total, entendido como la energía metabólica (EM) necesaria para su mantenimiento y actividad, se determinó a partir de la fórmula propuesta por Durán y colaboradores (2000):
Dónde la tasa metabólica basal (TMB) es igual a:
Adicionalmente, según las recomendaciones dadas por Dierenfeld y Graffam (1996) se implementó un factor de seguridad del 30% adicional en la fórmula utilizada
Otros nutrientes.
Se realizó la revisión literaria correspondiente a los requerimientos de proteína, grasa, fibra, minerales (Ca y P), vitaminas (A, D y E) y aminoácidos (Lys, Arg, Met, Tre y Trp) para determinar si la dieta suministrada cumplía o no con dichos requerimientos.
La dieta evaluada fue pesada con la misma balanza BBG mencionada previamente, y suministrada en horas de la mañana, entre las 8 y 9 am. Adicionalmente, se midió el consumo y aceptabilidad del alimento mediante el pesaje de desperdicios recogidos durante la limpieza diaria, realizada entre las 7 y 8am, durante 10 días.
Los desechos fueron clasificados y pesados según su categoría (fruta, verdura y porción no comestible) para su posterior análisis. Adicionalmente, se tuvo en cuenta el desperdicio por ingrediente según su proporción con el fin de determinar qué alimentos presentaban mayor tasa de rechazo.
Formulación de la dieta
Se elaboró una matriz en Excel (versión 2013) con los aportes nutricionales de cada potencial ingrediente a utilizar según la proporción determinada por categoría (fruta, verdura, semilla, concentrado o suplemento) y establecida a partir de las necesidades identificadas por historia clínica, evaluación de la formula actual, disponibilidad de alimentos y la respectiva revisión de literatura realizada.
Una vez ajustada la formula y determinadas las estrategias de alimentación a utilizar se realizará una socialización acerca de los hallazgos encontrados y ajustes para su aplicación en la unidad con el personal involucrado en el proceso de rehabilitación de los individuos.
Evaluación retrospectiva y actual de los individuos de estudio
Según los registros en historia clínica de las aves, todas se encontraban en etapa adulta al llegar al centro de rehabilitación, situadas dentro de un rango de peso de entre 281 y 462g, de las cuales el 53.8% se encontraban por debajo del valor óptimo de condición corporal (3). Para el momento de la evaluación actual, las aves se encuentran dentro de un rango de peso de 346 a 440g, sin encontrar ninguna por debajo del valor óptimo de condición corporal (tabla 1).
Por otra parte, se reporta que el 69.2% de las aves presentaban anomalías en tegumento y musculo esquelético al momento de su llegada, el 38.4% estereotipias marcadas y un caso de fractura de pico inferior. A partir de ello se determina que no ha existido evolución alguna en el ámbito de tegumento, ya que todas aves actualmente presentan plumas opacas y rizadas; adicionalmente, se encuentra que la lesión de fractura de pico inferior en una de las aves fue incorregible, por lo que en la actualidad el ave presenta una malformación clara que le dificulta el proceso de alimentación.
Finalmente, se encuentra que el último caso de enfermedad se dio en la primera mitad del año inmediatamente anterior al estudio, registrada en historia clínica como “Enfermedad Sistémica Bacteriana”, la cual fue debidamente tratada y eliminada. Por tanto, se determina que el efecto del estado sanitario de los animales es mínimo a la hora de evaluar el consumo.
INICIAL | ACTUAL | TIEMPO (Meses) | Diferencia de peso (g) | |||
ID | PESO (g) | CC (1-5) | PESO (g) | CC (1-5) | ||
4653 | 375 | 2 | 394 | 3 | 164 | 19 |
4927 | - | 3 | 440 | 3.5 | - | - |
5181 | 364 | 3 | 416 | 3.5 | 73 | 52 |
5189 | 281 | 2 | 374 | 3 | 44 | 93 |
5303 | 350 | 2 | 346 | 3 | 128 | -4 |
5462 | 326 | 2 | 356 | 3.5 | 15 | 30 |
5535 | 404 | 3 | 416 | 3 | 27 | 12 |
5569 | 325 | 2 | 396 | 3 | 120 | 71 |
5655 | 462 | 2.5 | 386 | 3 | 41 | -76 |
7722 | - | - | 348 | 3 | - | - |
73868 | 415 | 3 | 404 | 3 | 33 | -11 |
74957 | 400 | 3 | 374 | 4 | 55 | -26 |
Mandy | 410 | 2 | 402 | 3 | 206 | -8 |
Promedio | 373.82 | 2.46 | 388.62 | 3 | -- | -- |
Evaluación de la dieta suministrada a los individuos de estudio
La dieta suministrada presenta seis componentes básicos de formulación, siendo estos: fruta, vegetales, semillas y granos, concentrado de cobayo, suplementos y otros. Las proporciones cambian diariamente con el fin de brindar variedad a la dieta, estimular el consumo y suplementar con determinados ingredientes las deficiencias nutricionales que se puedan presentar.
Por la dinámica trabajada en la Unidad, los ingredientes utilizados varían según la disponibilidad de alimentos. Los más comunes utilizados en la dieta de las A. amazónica se presentan en la tabla 2.
Se cuenta con cantidades diarias fijas para las categorías de fruta, vegetales, mixtura, concentrado y suplemento, mientras que el suministro de “otros” se da en diferentes cantidades de lunes a viernes según sea el ingrediente. Adicionalmente, la dieta formulada estima un 33% de desperdicio, por lo que se incrementan las cantidades ofrecidas totales (tabla 3).
L: Lunes M: Martes M: Miércoles J: Jueves V: Viernes S: Sábado D: Domingo
*Los aportes de “Otros” los días lunes, martes, jueves y viernes se suman a “semillas y granos”
A partir de la formula dietaría y el alimento suministrado, se realizó una comparación entre los aportes nutricionales estimados y los requerimientos de las aves, en cuestión de:
Materia seca.
A partir de la fórmula vista anteriormente para este parámetro, se estimó el consumo de MS utilizando el peso promedio actual de los animales (388.62g), obteniendo un consumo estimado mínimo de 37.6 gMS/animal/día, lo que corresponde a un total de 40.7g menos de lo suministrado por animal en la dieta actual (tabla 4).
Energía.
La estimación de requerimiento de EM se halló a partir del peso promedio actual de los animales, más un factor de corrección del 30%, encontrado un requerimiento diario de 96 Kcal/animal, siendo este valor menor en 41 Kcal que lo suministrado en dieta (Tabla 4).
Otros nutrientes.
Se evidencia un claro déficit proteico en la dieta, con una diferencia de entre 11 y 13 puntos porcentuales por debajo del requerimiento mínimo (tabla 4). De igual modo, el fósforo total suministrado se encuentra en un rango inferior a lo requerido, causando un desbalance en la proporción Ca:P para el cual se reporta un rango de tolerancia de 0.5:1 y 2.5:1, con un valor óptimo de 2:1 (Klasing, 2000 en Noriega, 2007). Sin embargo, para el presente caso se cuenta con una relación aproximada de 2:0.27, evidenciado el déficit de dicho mineral
Otros nutrientes tales como fibra y grasa se encuentran por encima del rango óptimo, observando en fibra una diferencia más marcada de entre 2 y 4 puntos porcentuales por encima de lo deseado, mientras que en grasa, se llega a suministrar hasta un 1% por encima del límite admitido, lo cual en estos animales puede representar serios problemas nutricionales, al ser propensos a sufrir de obesidad y ateroesclerosis, más aún en condiciones de escasa actividad física, producto del cautiverio (Bert et al., 2016).
Los aportes vitamínicos de la dieta no pudieron ser determinados ya que los reportes composicionales se encuentran en diferentes unidades (UI/Kg y mg/Kg). Por tanto, no es posible establecer una medida homogénea para su estimación. Finalmente, para el componente de aminoácidos, se encontraron valores que concuerdan con el hallazgo de déficit proteico en la dieta, ya que todos se estos nutrientes esenciales se encuentran por debajo del rango óptimo reportado para psitácidos, con déficits del 76% para Lisina, 68.3% de Arginina, 80% de Metionina, 72.5% de Treonina y 50% de Triptófano (tabla 5).
Requerimientos nutricionales en aves (Mezcla de frutas-semillas)1 | |||||||||
MS (g/animal/día) | EM (Kcal/d) | Proteína % | Grasa % | Fibra % 2 | Ca %3 | P %3 | Vit A UI/Kg | Vit D UI/Kg | Vit E UI/Kg |
37.6 | 96 | 17 - 22 | 1 | 2 | 0.3 – 1 | 0.15 – 0.5 | 1500 - 4000 | 200 - 500 | 200 - 500 |
Aportes de la dieta suministrada | |||||||||
MS (g/animal/día) | EM (Kcal/d) | Proteína % | Grasa % | Fibra % | Ca % | P % | Vit A UI/Kg | Vit D UI/Kg | Vit E UI/Kg |
78.3 | 117.2 | 4 - 6 | 1-2 | 4-6 | 0.89 | 0.12 | - | - | - |
1Fuente: Dierenfeld y Graffam (1996)
2 Durán et al. (2000)
3 Noriega (2007)
Requerimientos1 | ||||
Lisina % | Arginina % | Metionina % | Treonina % | Triptófano % |
0.6 | 0.6 | 0.25 | 0.4 | 0.12 |
Aportes | ||||
Lisina % | Arginina % | Metionina % | Treonina % | Triptófano % |
0.14 | 0.19 | 0.05 | 0.11 | 0.06 |
1 Adaptado de Brue (1994)
En cuanto al consumo se encontró que, en total, las 13 aves consumieron entre 2831g y 3620g al día durante los diez días de observación, para un promedio de 247.9g/animal/día, correspondientes al 58% del total de la dieta ofrecida. De este total, se encontró que los mayores consumos de alimento en peso total correspondieron a la categoría de frutas, representado el 66% del peso total consumido, tras despreciar el peso de la porción no comestible (tabla 6), a su vez se encuentra para esta categoría de alimentos, que el porcentaje promedio de desecho con respecto al total ofrecido fue de tan solo el 17%, mientras que para la categoría de vegetales se presentaron desperdicios de entre el 39 y 73% del total ofrecido, siendo esta la categoría de alimentos con mayor rechazo medido.
En cuanto a las categorías de semillas y granos, concentrado, suplementos y “otros” no fue posible realizar la medición debido al tamaño de partícula de los mismos y a su susceptibilidad, en el caso del concentrado y Carbonato de calcio, a ser disueltos en el agua de las frutas con las que tenían contacto y el agua con la que se aseaba el encierro a la hora de recogerlos. Sin embargo, por observación fue posible determinar que los complementos de la dieta utilizados en la categoría de “otros”, correspondientes a huevo y Maní, fueron consumidos de manera preferente antes que los demás alimentos, sin encontrar desperdicio alguno de ellos al momento de pesar los desechos diarios.
Por otro lado, se observó que por lo menos la mitad de las aves del encierro no tenían acceso al concentrado, ya que por lo general el mismo grupo de aves se alimentaba en el comedero con base de malla, en el cual no era posible ofrecer el concentrado debido al tamaño de partícula del mismo. Por tal motivo, se optó por ubicar una tina con fondo liso que ocupaba un cuarto de la superficie de la malla donde fue posible ofrecer la mitad de la porción del concentrado total. La estrategia fue implementada durante los últimos 3 días de las mediciones, donde se observó el rechazo del al menos el 50% del total ofrecido.
Adicionalmente, se tuvo en cuenta el desperdicio por ingrediente según su proporción con el fin de determinar qué alimentos presentaban mayor tasa de rechazo. Dentro de lo observado durante el pesaje se determinó que, para la categoría de frutas, las aves no consumieron nada de mandarina ni guanábana, a su vez, presentaron bajos consumos de melón y pera, mientras que para el mango, banano, curuba, pitahaya y papaya se encontraron pocas o nulas cantidades de desperdicios cuando se encontraba disponible en la dieta.
En cuanto a los ingredientes ofrecidos en la categoría de Vegetales, se observaron altos rechazos para casi todos los ingredientes utilizados (apio, zanahoria y calabacín), resaltando el apio como el ingrediente de menor consumo, con tasas de rechazo de hasta un 90%. Los mayores consumos se presentaron en los días que se ofreció pimentón, zucchini y coliflor, cuyos desperdicios se encontraron en pajas proporciones con respecto a las cantidades iniciales ofrecidas.
Formulación de la dieta
A partir de los requerimientos nutricionales, aportes y consumo aparente de la dieta actual se realizó un ajuste de las proporciones según categoría de alimento, teniendo en cuenta los recursos disponibles en la unidad y la respectiva revisión bibliográfica de dietas previas.
El respectivo ajuste e ingredientes a incluir se presentan en la tabla 7, a partir de la cual se obtuvo un estimativo de los aportes nutricionales dados según una cantidad a suministrar a partir del consumo de MS esperado y la humedad de la dieta, más un 30% adicional considerado como la porción de desperdicio sobre el total. Adicionalmente, para la formulación realizada se debe tener en cuenta que por las condiciones de trabajo en la unidad no siempre se contará con los mismos insumos, por tanto se plantean ciertas recomendaciones generales bajos las cuales se espera situar los aportes nutricionales dentro de un rango estimado (tabla 8).
Composición nutricional | |||||||||||||
MS (g/animal/día) | EM (Kcal/d) | Proteína % | Grasa % | Fibra % | Ca % | P % | |||||||
37.6- 45 | 110-120 | 9 - 17 | 1-3 | 2-3 | 0.5-0.8 | 0.15-0.3 | |||||||
Aminoácidos | |||||||||||||
Lisina % | Arginina % | Metionina % | Treonina % | Triptófano % | |||||||||
0.3-0.8 | 0.4-0.9 | 0.3-0.5 | 0.3-0.6 | 0.08-0.2 |
Se determina que las aves evaluadas presentaron un rango de peso óptimo de entre 346 y 440g, lo cual concuerda con los primeros reportes realizados por Aengus y Millam (1999), quienes reportan pesos de entre 335 y 400g en individuos sanos de Amazona amazonica en estadio adulto. Así mismo Austin (2014), reporta un rango de peso de 300 a 470g en individuos adultos de la misma especie, por lo cual se dice que el grupo no presenta problemas de bajo peso, y por tanto no se considera un factor que pudiese alterar el consumo de la dieta al momento de ofrecerla. Por otro lado, el 92% de las aves fueron calificadas con un puntaje óptimo de condición corporal, y solo una de ellas presentó un valor superior (4) en la escala utilizada, lo cual según Stahl y Kronfeld (1998) se considera como un indicativo de obesidad al tratarse de excesos e la acumulación de grasa subcutánea.
Sin embargo, a pesar de presentar pesos aceptables y en promedio, una buena condición corporal, se observa un patrón común de plumas opacas y rizadas, lo cual se puede considerar un indicativo del estado nutricional al estar asociadas con la cantidad de carotenos, vitaminas, proteínas y aminoácidos disponibles en la dieta (Stahl & Kronfeld , 1998; Berg et al., 2019). Deem y colaboradores (2005) por su parte, asocian esta mala condición del tegumento a otros factores tales como la poca exposición a luz solar directa sin suplementación de vitamina D y la inexistencia de un protocolo de baño regular a las aves, lo cual a causa de las condiciones de cautiverio y manejo presentes en la unidad, no se llevan a cabo según las recomendaciones encontradas.
Durante el trabajo también fue evidente que no se cumple con otros protocolos establecidos, tales como la preparación y el suministro de la dieta formulada, ya que las cantidades a ofrecer no son pesadas ni por categoría ni en su totalidad, por lo que normalmente se ofrecen volúmenes de alimento muy superiores a lo formulado, haciendo ineficiente el uso y suministro de alimentos, lo cual incurre directamente en el estado físico y nutricional de las aves. Incluso, aún con la dieta formulada se encontró un valor alto de desperdicios, siendo en promedio del 42% durante el periodo de evaluación, lo cual se le atribuyó al excesivo suministro de alimento equivalente a 78.3 gMS/animal/día, más del doble del consumo esperado, calculado en 37.6 gMS/animal/día, por tanto, existiría un excedente del 52% que no estaría siendo aprovechado adecuadamente.
Dentro del consumo evaluado se encontraron mayores valores para la categoría de frutas, representado el 66% del peso total consumido tras despreciar el peso de la porción no comestible. Esto concuerda con los hallazgos de Rozek & Millam (2011) y de Durán y colaboradores (2005), quienes afirman que los alimentos de mayor palatabilidad y altas tasas de aceptabilidad para las loras son las frutas, más precisamente frutos dulces tales como; banano, guayaba, mango y papaya. Esto también fue observado durante la evaluación de la dieta formulada, la cual arrojó resultados de preferencia de consumo por las frutas más, cuyas cantidades de desperdicios fueron bajas o nulas.
En cuanto al aporte nutricional de la dieta, se hallaron marcadas deficiencias en proteína, fosforo y aminoácidos esenciales, excesos en energía y MS, y desbalance en la relación Ca:P. Se determinó que dichos desbalances se presentaron debido a la alta proporción de frutas y verduras utilizadas (68 y 22% respectivamente), ya que como lo afirman varios autores (Koutsos et al., 2001; Westfahl et al., 2008), estos ingredientes no son considerados como fuentes importantes de nutrientes cuando se ofrece en altas proporciones, especialmente para individuos granívoros, cuyos requerimientos de proteína son mayores que en frugívoros y nectivoros (Brightsmith, 2012). Adicionalmente, se afirma que en el caso de las frutas, la mayoría son considerados ingredientes altamente energéticos, lo cual concuerda con los hallazgos de altos aportes energéticos de la dieta formulada.
Así mismo, los bajos niveles de inclusión de ingredientes proteicos tales como concentrados, granos y semillas, y complementos de la dieta encontrados en la categoría de “otros”, dentro de los que se destaca el huevo como principal fuente de proteína, explica el bajo aporte proteico total de la dieta, siendo este de entre 4 y 6%, es decir, entre 13 y 15 unidades porcentuales inferiores a los requerimientos reportados por Dierenfeld y Graffam (1996) y Noriega (2007). Sin embargo, Westfahl y colaboradores (2008) estiman requerimientos proteicos de entre 6 y 7% para loros adultos Amazonas spp. que no se encuentren en estado reproductivo ni de muda, por lo cual según estos autores, el déficit sería menor.
Otra de las problemáticas identificadas, fue que los ingredientes utilizados para aportar proteína a la dieta, poseían a su vez altos contenidos de grasa (Duran et al., 2000), por lo que resulta necesario regular su inclusión. Teniendo esto en cuenta, se buscó reformular la dieta, replanteando las proporciones indicadas para cada categoría de alimento en base al consumo por categoría hallado y a la revisión de literatura realizada (tabla 9).
Se buscaron entonces valores aproximados a las recomendaciones dadas por Dierenfeld y Graffam (1997), y Duran y colaboradores (2000), reduciendo en este caso la proporción de vegetales al 25%, ya que su consumo en el estudio fue bajo. Para optimizarlo se buscará también agregar una proporción de miel para mejorar la palatabilidad y el consumo de los mismos. De esta manera se espera suplir con los déficits nutricionales previamente mencionados para estos animales.
% de inclusión por grupo de alimento | ||||||
Frutas | Vegetales | Semillas y granos | Concentrados | Suplementos | Otros | Referencia |
50.19 | 12.36 | 19.31 | 15.44 | 0 | 2.7 | Noriega M. (2007) |
48 | 26 | 13 | 26 | 0 | 0 | Quijano (1994) |
2.5 | 45 | 25 | 25 | 2.5 | 0 | Grifols y Molina (1966) |
20 | 50 | 5 | 25 | 0 | 0 | Duran et al., (2000) |
21.4 | 45 | 2 | 31 | 0.6 | 0 | Dierenfeld y Graffam (1997) |
Finalmente se concluye que existen muchos vacíos de información en cuanto a los requerimientos nutricionales en psitácidos, por lo que no es posible establecer una proporción fija categorizada por ingredientes, sin embargo, a partir de los rangos establecidos y las condiciones de la unidad es posible determinar cantidades que permitan optimizar el uso de recursos y mejorar las condiciones nutricionales de los animales en cautiverio. Esto ayudará a contribuir en el proceso de rehabilitación que se lleva a cabo en los diferentes centros de recepción de Fauna, adaptados según los recursos y el entorno de cada lugar.
Published on 17/07/22
Submitted on 10/07/22
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