El proceso de integración Europeo fue el acontecimiento político, económico y social más importante de todo el s.XX. En las primeras décadas del s.XXI este proceso dio unos pasos de gigante que contrastan con la lentitud y la atonía que se perciben en todo lo que va de nuestro siglo. El Terremoto de las elecciones al parlamento en junio del año 2014 con el enorme crecimiento de los partidos xenófobos y de los partidos euroescépticos y el número considerable de ciudadanos europeos que no se encuentran representados en el Parlamento Europeo, al no haber superado los partidos a los que han votado el listón de entrada, junto con la alta abstención ha confirmado la tendencia constante del alejamiento del ciudadano europeo respecto al as instituciones europeas. La ilusión que reinaba en España en los primeros años de su pertenencia a la Unión se ha convertido en pesimismo y desconfianza. De la Europa como solución, que decía Ortega, hemos pasado a la Europa como problema y España se ha convertido en uno de los países más euroescépticos . Resulta extraño que Europa, que fue siempre para los españoles sinónimo de democracia, que fue nuestra guía y nuestro camino, sea puesta en entredicho por falta de democracia. El tratado de la Unión Europea nos dice “ El presente Tratado constituye una nueva etapa en el proceso creador de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa”. La realidad actual nos muestra que este proceso hacia una unidad más estrecha cada vez del ciudadano de Europa se está paralizando, cuando no dando marcha atrás.
Accepted on 11/05/18
Submitted on 23/02/18
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