Los suelos loessicos de Argentina constituyen el principal depósito de su tipo en Sudamérica, cubriendo más de 600,000 km2 de superficie. Son suelos de origen eólico, que pueden conservar su estructura generada al depositarse (loess primario) o sufrir retransporte o alternación in-situ (loess secundario o loessoides). Los depósitos recientes son principalmente primarios, ML y CL-ML, mientras que los más antiguos, son suelos arcillosos y limosos subsaturados, CL a CH. Los comportamientos geotécnicos extremos van desde ser suelos colapsables, en el caso de los primarios y la de depósitos preconsolidados por desecación en el caso de los loessoides secundarios. Recientemente se han realizado avances en el conocimiento de los procesos de cementación, las propiedades dieléctricas y las variaciones mecánicas con distintos niveles de deformaciones, en el empleo de nuevos métodos no destructivos, ensayos in-situ y variaciones areales de los parámetros más significativos. Se ha progresado en el modelado de fundaciones y en distintos procesos de infiltración del agua en el suelo. El diseño ingenieril está condicionado al tipo de colapsibilidad. Los criterios empleados en construcciones tratan de anular el ingreso de agua al suelo; eliminar la colapsibilidad mediante el mejoramiento de su estructura inestable o evitar emplearlo como terreno de fundación directa. En las obras hidráulicas predomina el uso de la hidrocompactación combinada con métodos para acelerar el proceso de colapso. Los suelos loessicos son aptos como material de construcción en terraplenes y rellenos, porque la compactación destruye la estructura macroporosa y se comportan como otros tipos de suelos limosos.
Published on 01/07/06
Accepted on 01/07/06
Submitted on 01/07/06
Volume 6, Issue 2, 2006
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