Latest revision as of 16:13, 13 December 2017

Abstract

La educación según la Real Academia de Educación es desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o joven que permitirán capacitarlo para una correcta toma de decisiones, especialmente cuando se integre en la vida adulta.  En este sentido la educación juega un rol fundamental en el desarrollo económico e innovación de un país.

Las competencias que debe desarrollar serán aquellas que el joven va a requerir para integrarse con efectividad a su lugar de trabajo y poderlo mantener a lo largo de su vida activa, así como todas las otras dimensiones que le permitirán tener una vida personal, social y familiar satisfactoria. 

El sistema educativo español se caracteriza por un alto índice de fracaso escolar específicamente del 20% aunque estos datos son preocupantes reflejan una tendencia positiva dado que en 2005 la tasa era del 31%.

Acorde a la LOMCE - Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa-  una de las siete competencias básicas que debe desarrollar la educación obligatoria es la competencia matemática que incluye aplicar el razonamiento matemático para resolver cuestiones de la vida cotidiana.

Un aspecto clave que formará parte de su vida cotidiana y que debe velar la enseñanza obligatoria es la denominada “alfabetización financiera” especialmente en nuestros días, dónde la globalización y los cambios económicos han tenido un fuerte impacto en la construcción de los modelos del siglo XXI y desde la educación se debe proporcionar las herramientas básicas para comprender el mundo económico en el que estamos inmersos.  Según la Comisión Nacional de Mercado de Valores –CNMV-(2008): “Hoy día la práctica totalidad de las decisiones importantes en la vida de una persona tienen un componente financiero que afecta no sólo al individuo que las toma, sino también a su entorno personal y familiar”.

Esta presentación muestra los resultados para entender el nivel de la alfabetización financiera actual. El estudio cuantitativo basado a partir de un cuestionario a 97 alumnos de ESO en Cataluña demuestra la necesidad de reforzar algunas líneas de acción para una futura integración efectiva de los jóvenes a la edad adulta.