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Suicide in young people has had a progressive increase and risk factors have been studied for decades. The age range where suicidal behaviors occur most frequently is between 15 and 29 years of age in the world. The COVID-19 pandemic had effects on mental health, which is an important risk factor for suicide. Young university students have vulnerabilities and factors from the family and academic spheres converge, such as difficulties in family relationships, various academic responsibilities, consumption of alcohol and psychoactive substances, among others. Creating prevention strategies in educational institutions is an action that contributes to their intervention.
Keywords: suicide, young people, universities.
El suicidio se ha concebido desde una interacción compleja de factores genéticos, psicológicos, biológicos, sociológicos, ambientales y culturales (1). Las conductas suicidas durante décadas han sido estudiadas como causas relevantes de la morbimortalidad en el mundo, con una incidencia anual entre 10 y 20 por cada 100 mil habitantes de la población general (2).
El suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal, es responsable de más de 800 mil muertes al año, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos (3). Como problemática de salud pública que va en aumento considerable, la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que se presenta más en edades entre los 15 y 29 años en todo el mundo, edad que se encuentra los jóvenes universitarios (4). De acuerdo con las estadísticas Sanitarias Mundiales 2019 de la OMS, 97.339 personas murieron por suicidio en las Américas en 2019 y se estima que los intentos de suicidio pueden haber sido 20 veces esa cifra. Un año después del inicio de la pandemia, alrededor del 50% de las personas que participaron en una encuesta del Foro Económico Mundial en Chile, Brasil, Perú y Canadá declararon que su salud mental había empeorado (5).
Para comprender mejor la problemática es necesario diferenciar algunos conceptos como la ideación suicida y el intento suicida, el primer concepto ha sido definido como “el pensamiento y la planeación recurrente que realiza un individuo para cometer un suicidio, pero que no llega a realizarlo en ningún momento” (6), mientras que, el segundo se refiere a “aquel acto que realiza un individuo, de manera voluntaria y planeada, con el objetivo de finalizar su vida” (7) y en caso de fallar se constituiría como un intento fallido, en caso de que se lleve a cabo con resultado de muerte, se hablaría de un suicidio. Este es un proceso sistemático y dinámico en el que se presentan comportamientos previos, de tal modo que la ideación suicida se convierte en una condición importante para abrir paso a las acciones suicidas (8).
Estos comportamientos suicidas se pueden presentar en edades en las que los jóvenes pueden estár cursando sus estudios universitarios, “ser joven universitario es una condición social, diferenciada respecto de la juventud en general” (9) en tanto hay jóvenes que no ingresan a la universidad. Así el contexto universitario influye en las experiencias y comportamientos juveniles, Jiménez Florez (2015) señala que la juventud es vista como una etapa de la vida en la que hay fiesta, proyectos y gozo acumulado, pero menciona que en Colombia ser joven puede ser “sinónimo de no tener futuro” (10), refiriéndose a la falta de oportunidades, la situación precaria y la violencia que se vive en Colombia. Por tanto, la juventud conlleva una serie de responsabilidades que podrían convertirse en factores detonantes de un desequilibro en la salud mental y se agotan los recursos emocionales de respuesta ante situaciones de la vida cotidiana. Frecuentemente el suicidio es visto por las personas como la única solución a sus problemas, puesto que se encuentran en una situación donde han agotado todos sus recursos y estrategias de afrontamiento ante estas situaciones y lo consideran como la única forma de escapar, acabar y resolver los problemas (11).
Como se trata de un fenómeno multi determinado, es relevante mencionar los factores de riesgo que se pueden encontrar en los jóvenes, la falta de redes de apoyo , problemáticas en el núcleo familiar (12) , el ámbito económico, la orientación sexual, las creencias religiosas, los antecedentes de intentos de suicidio de personas cercanas (familia y amigos), el consumo de alcohol, la existencia de síntomas depresivos (13) y la exigencia/ carga académica (14). Como se observa, la gran mayoría de los factores de riesgo están asociados principalmente con el ámbito familiar y académico (15).
Aunque se puede ver el suicidio como una única alternativa y solución, por lo general la intensidad del deseo de vivir es mayor a la intensidad del deseo de morir tal como lo mencionan Amarilla J et al. (16) en su estudio.
Por lo anterior es indispensable implementar estrategias de intervención eficaces en relación a los factores de riesgo y aportar al cuidado de la salud mental de los universitarios. La presente revisión tiene como objetivo conocer factores de riesgo y predisponentes frente a comportamientos suicidas en estudiantes universitarios.
Revisión de la literatura, exploratoria, descriptiva. Se consultaron bases de datos como Scopus, Oxford University Press, ScienceDirect, artículos en la web de la Universidad de Manizales, Scielo, datos sacados de la OMS, con los términos de Intentos de suicidio & estudiantes universitarios & factores de riesgo & suicidio & jóvenes & estudiantes universitarios de medicina encontrando alrededor de 476 artículos. Se filtró la búsqueda por año, seleccionando las publicaciones generadas hasta 6 años atrás. De esta forma, se seleccionaron inicialmente 66 artículos.
Se tuvieron en cuenta como criterios de inclusión: i) artículos científicos, ii) artículos reflexivos, iii) estudios del año 2016 al 2022, iv) fuentes académicas o científicas; por otra parte, las palabras claves para la búsqueda: suicidio, estudiantes, factores de riesgo, tendencia al suicidio, juventud, ideación suicida e intento suicida.
Finalmente se seleccionaron 52 artículos para la revisión.
Se agruparon en las siguientes categorías
La salud mental es un tema de manejo interdisciplinario y de intervención en varios contextos de la persona como la familia, el trabajo y la escuela, es definida por la Organización Mundial de la Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (17). Cárdenas (2020) en relación a la salud mental mencionan que ante la pandemia de la covid-19 es importante que los individuos puedan mantener una vida saludable y se logra a través del acceso a entornos en donde se respeten los derechos y se garantice la libertad y seguridad de cada persona; por lo que enfatizan en la necesidad de crear acciones preventivas y que se den directrices desde el Estado (18).
En Colombia el Ministerio de Salud a través de la Resolución No. 4886 del 7 de noviembre del 2018 implementó la Política Nacional de Salud Mental como parte integral del derecho fundamental a la salud y promover el desarrollo integral de las personas, así como contribuir a la reducción de los riegos que derivan de trastornos mentales, el suicidio, violencias interpersonales, entre otros (19).
Así en relación al intento de suicidio el Instituto Nacional de Salud afirma que es “cualquier conducta lesiva auto infligida que causa o puede causar lesión o perjuicio, sin resultado fatal; esta conducta puede o no ocasionar lesiones, independientemente de la letalidad del método” (20). La misma institución señala para el 2016 se presentaron 10.694 intentos de suicidio de los cuales el 62% eran mujeres (21). Las tasas en el 2021 disminuyeron en comparación con los años anteriores pasando de 7.509 intentos de suicidio en el 2020 a 6.132 en el 2021, siendo los grupos más afectados por edad los jóvenes entre 15 a 19 años en donde se presentan 2,5 intentos por 100.000 habitantes de este grupo, seguido por los de 20 a 24 con tasas de 1,9 y 2,9; en cuanto a las regiones más afectadas por este fenómeno en el corte del 2021 son: Quindío, Caldas, Risaralda, Tolima, Putumayo, Casanare, Caquetá, Huila, Nariño, Vichada, entre otros (22).
Otros conceptos importantes a tener en cuenta son la conducta suicida, ideación suicida y plan suicida; el primero se refiere a un proceso suicida que en la mayoría de casos inicia con ideas y pensamientos suicidas que continúan con el plan suicida y culminan con la materialización del plan, es decir, esta conducta no es otra cosa que una serie de comportamientos encaminados a la materialización del suicidio. La ideación suicida por su parte, es el conjunto de pensamientos que reflejan la intención de morir; y el plan suicida, además del deseo de morir comprende la preparación del plan, estableciendo métodos, lugares, consecuencias, momentos y la elaboración de mensajes de despedidas (23).
Se ha referido una asociación entre salud mental y comportamientos suicidas, pero es importante tener en cuenta que como se ha mencionado es una problemática multifactorial cuyo abordaje debe ser en diferentes esferas de la vida.
Para estudiar las causas que llevan a los intentos de suicidio y poder establecer estrategias para confrontar este fenómeno y disminuir las cifras de comportamientos autodestructivos, es preciso analizar investigaciones que se han realizado a estudiantes de diferentes universidades colombianas. Cañón y Carmona (2018), en su investigación realizada en Manizales encontraron un 13,5% de riesgo suicida y un 16,7% de riesgo moderado y alto en los estudiantes universitarios, resultados que se asemejan a los encontrados en estudiantes universitarios de Medellín, en donde el riesgo de suicidio fue de 10,3%, llamando la atención que el riesgo alto y moderado involucra el 50,3% de los adolescentes (24). Los pensamientos suicidas son más frecuentes en mujeres que en hombres jóvenes, afirman los autores que es preocupante el riesgo de conductas suicidas en universitarios de todo el mundo por la exposición constante de esta población al consumo de alcohol, sustancias psicoactivas y presencia de depresión o ansiedad, factores que aumentan este tipo de conductas; y se suman factores de riesgo como las emociones negativas y eventos estresantes, las interacciones familiares, las relaciones conyugales o interpersonales, los factores biopsicosociales y los problemas laborales y de desigualdad social (25).
Otro estudio en Manizales sobre el riesgo de suicidio y las conductas suicidas, específicamente en estudiantes de psicología entre los 16 y 30 años, encontró un riesgo suicida del 25,6% del cual el 5,7% corresponde a riesgo alto; y como causas de estas conductas la relación directa con factores psicosociales que se unen a problemas familiares, económicos o académicos (26).
En esta misma línea Carmona, Fernández, Carmona y otros, en su investigación sobre “suicidios y otros comportamientos autodestructivos en jóvenes universitarios: estudio en 17 instituciones de cinco ciudades de Colombia” encontraron que los estudiantes que intentaron suicidarse durante el último año tenían menos de 25 años; que el método más frecuentado fue la intoxicación, seguido de cortarse las venas ahorcarse y tirarse de alturas considerables; en cuanto a los lugares, la mayoría lo realizaba en sus hogares durante los fines de semana; respecto a los factores de determinantes para la realización de estas conductas se señalan acontecimientos de violencia sexual en la infancia, conflictos familiares y separaciones, situación económica actual, carencia de apoyo, decepciones de figuras familiares significativas, decepciones amorosas, fracaso en el campo académico, entre otros (25), así mismo factores de riesgo como la violencia en la infancia, las relaciones familiares, la falta de apoyo, la baja autoestima, incapacidad para afrontar emociones y el aislamiento social (27)(28)(29)(30). La Estrategia Nacional para la Prevención de la Conducta Suicida en Colombia, realizada por el Ministerio de Salud en el 2021, define como factores desencadenantes de la conducta suicida los problemas relacionales; la violencia y trauma psíquico, la pobreza o desempleo, la separación o conflictos personales, el acoso, recaídas de enfermedades, trastornos mentales, abuso de drogas y alcohol, entre otros (31).
En cuanto a los programas de medicina, se ha encontrado que los estudiantes de estas facultades tienen una elevada ideación suicida del 7,4 y 8% en residentes de la especialidad de medicina en México (32); en el programa de Medicina de la Universidad de Norbert Weiner en Lima-Perú se encontró que los pensamientos suicidas alcanzan el 34,3% y el intento suicida 19,4% (33) y en Colombia, en la ciudad de Bucaramanga se realizó un estudio en el que participaron estudiantes de medicina de universidades como la UNAB, la UIS y la UDES en rangos de edad de los 16 a 36 años; el 15,7% informó haber tenido por lo menos un episodio de ideación suicida, y el 5% señaló haber intentado por lo menos en una ocasión suicidarse (33). En cuanto al programa de psicología, se encontró que el 77% de la población encuestada se autolesionó con el propósito de morir (34). Frente a las causas de este fenómeno, explica Castro, Maldonado y Cardona que la principal se la relaciona con la percepción de los jóvenes de ser una carga para sus familiares (35) unido a la presión y carga académica (36).
En Manizales en el 2021 se reportaron 9,8 intentos por cada 100.000 habitantes (37), evidencia del aumento en comparación con el 2017 en donde se reportaba una tasa de 5,9 por cada 100.000 habitantes, posicionándose como una de las ciudades con más suicidios en Colombia (38). Por tanto se ha venido trabajando con estudiantes universitarios para afrontar esta problemática, las estrategias consisten en realizar sesiones dentro de las aulas en donde se realizan obras de teatro, se proyectan películas, talleres de dibujo, entre otras para llegar a los jóvenes e identificar las causas que motivan los intentos de suicidio (39). De igual forma, Cañón, Castaño, Mosquera (2018), y otros realizaron una propuesta de intervención educativa en adolescentes de secundaria en la ciudad de Manizales con el fin de prevenir la conducta suicida, a través del cual se pudo detectar una conducta suicida entre el 42,7, para disminuir estas cifras se llevaron a cabo 8 sesiones en las que se trabajaron diferentes actividades como terapia a través del arte; consentimiento informado; ¿Quién soy y como me gustaría ser?, entre otros que dieron lugar a un aumento del autoestima de los jóvenes y disminución en el riesgo suicida a 6,8% (39), dicho proceso fue de impacto para los participantes.
Estos resultados muestran que es pertinente implementar estas actividades con estudiantes, como también lo evidencia el trabajo que se hace en 6 universidades de Manizales en un proyecto para prevenir el suicidio con VidaApp (40).
Los comportamientos suicidas pueden considerarse como una problemática de salud pública con gran trascendencia dentro de la población por los efectos duraderos en el círculo familiar y social del suicida (41). Los factores, asociados al comportamiento suicida, apuntados por la literatura han sido diversos, lo que demuestra que es un evento multideterminado o multidimensional. Aspectos como: falta de esperanza, impulsividad, agresividad, percepción del cuerpo, dificultades de comunicación y falta de la sensación de pertenecer socialmente, han sido apuntados como factores de riesgo (42) (43).
Por tanto son muchos los factores y no puede decirse que sean taxativos ni constantes, puede destacarse la depresión, la ansiedad, los problemas familiares, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, el consumo de antidepresivos, entre otros (44-45-46-47), y en las carreras de medicina y psicología resalta la carga académica y el estrés por la presión y la pérdida de materias. Identificados los factores de riesgo, es posible establecer planes de acción y estrategias para poder contrarrestar este fenómeno que cobra vidas al año.
Los profesionales en psicología y demás personal de la salud han sido los llamados a prevenir el suicidio (48), sin que esto signifique que el Estado, universidades, familia, escuelas no deban contribuir con la prevención de esta problemática (49) (50) (51) (52).
Published on 08/03/24
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