Según datos oficiales, durante el sismo del 4 de abril de 2010 se dañaron en México más de 3,000 viviendas, de las cuales el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) de México aportó recursos por 112.1 millones de pesos y el Gobierno del Estado de Baja California 82.3 millones de pesos para atender alrededor de 2,818 viviendas afectadas. En la ciudad y el Valle de Mexicali predominan las casas de uno o dos niveles como vivienda. El daño en conjuntos habitacionales de la ciudad de Mexicali fue extendido. En algunos desarrollos, más del 50% de sus viviendas se dañaron en distintos grados, desde leve hasta severos. En el Valle de Mexicali predominan dos tipos de vivienda de autoconstrucción: (1) casas de un nivel con base en muros de adobe de gran espesor, con techumbres ligeras de dos aguas con base en armaduras de madera simplemente apoyadas sobre los muros de adobe, con o sin losa de cimentación y, (2) casas de un nivel, con base en muros de mampostería de bloque hueco de concreto sin refuerzo ni confinamiento, con sistema de piso de vigueta y bovedilla o losa de concreto reforzado plana o a dos aguas, y que por lo general cuentan con una losa de concreto reforzado como cimentación. Las deficiencias o ausencia de confinamiento en los muros de la vivienda en la ciudad y el valle de Mexicali fueron notables, y en muchos casos fueron responsables de que el daño haya sido tan extendido o severo. En particular, se observó una mala práctica de confinamiento en aberturas para puertas y ventanas, así como una inadecuada preparación de los extremos de los muros (dentarlos), para que al momento del colado con castillos (elementos confinantes verticales de la mampostería fabricados con concreto reforzado) y dalas (elementos confinantes horizontales de la mampostería fabricados con concreto reforzado), trabajen como un conjunto. Por ello, es necesario difundir con mayor vigor, en todos los ámbitos de la ingeniería civil, cuáles son las prácticas correctas de confinamiento en mampostería para vivienda. Otro aspecto no menos relevante es concientizar a arquitectos e ingenieros sobre la importancia de proporcionar una densidad de muros razonable en ambas direcciones ortogonales en los proyectos de vivienda, dado que la práctica observada indica que, por requisitos arquitectónicos (iluminación, ventilación, circulación), normalmente se proporciona una densidad de muros notablemente menor en la dirección de las fachadas que en la dirección ortogonal a éstas, lo cual hace muy vulnerables a las viviendas en la dirección de las fachadas.
Published on 01/01/14
Accepted on 01/01/14
Submitted on 01/01/14
Volume 14, Issue 1, 2014
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